Reevaluación de los modelos operativos de maquiladoras: Alternativas estratégicas.
Antecedentes.
El régimen de maquiladoras ha sido un componente central del crecimiento manufacturero de México desde la década de 1990, impulsando la inversión extranjera directa, particularmente en sectores como el automotriz, electrónico y de dispositivos médicos. Este régimen permite a las multinacionales establecer operaciones de manufactura en México bajo el programa IMMEX, que les otorga exenciones fiscales y arancelarias al importar maquinaria, equipo y materias primas para la producción de bienes que luego se exportan.
Un aspecto clave del régimen de maquiladoras ha sido la exención de la caracterización de establecimiento permanente (PE) para la empresa principal extranjera, siempre y cuando se cumplan con las reglas de precios de transferencia (TP). Históricamente, las empresas podían elegir entre dos opciones para cumplir con los requisitos de TP: el Safe Harbor o un acuerdo de precios anticipados (APA). Este último permitía a las maquiladoras obtener un acuerdo con las autoridades fiscales de México y EE. UU., proporcionando certidumbre sobre los precios de transferencia aplicados a sus operaciones. El uso de APAs era especialmente atractivo para las empresas con grandes inversiones en activos, ya que ofrecía un tratamiento fiscal más favorable que el Safe Harbor, que requería un retorno del 6.9% sobre los activos.
Sin embargo, en 2014 comenzaron a reducirse algunos de los beneficios fiscales del régimen de maquiladoras, incrementando la tasa impositiva y eliminando exenciones clave, lo que ya generaba cierta incertidumbre para las empresas. A partir de 2022, la reforma fiscal eliminó completamente la opción de los APAs, dejando el Safe Harbor como la única opción disponible para el cumplimiento de los requisitos fiscales.
Impacto de las reformas de 2022.
La reforma fiscal de 2022 modificó de manera significativa el régimen de precios de transferencia y el cumplimiento de establecimiento permanente para las maquiladoras, tal como lo establece el Artículo 182 de la Ley del Impuesto sobre la Renta (MITL). La eliminación de los APAs y la dependencia exclusiva del Safe Harbor ha generado un escenario de mayor incertidumbre para las multinacionales, ya que el Safe Harbor puede resultar en un aumento considerable de la base imponible. Este cambio afecta especialmente a las empresas intensivas en capital, que dependen de grandes inversiones en maquinaria, equipo y materias primas.
Bajo el nuevo marco, las empresas deben garantizar un retorno mínimo del 6.9% sobre los activos utilizados en la operación, lo que podría triplicar las obligaciones fiscales de algunas maquiladoras en comparación con el régimen anterior de APAs. Esta situación está obligando a las empresas a reconsiderar la viabilidad de continuar operando bajo el régimen de maquiladoras
Beneficios y desafíos para las maquiladoras después de 2024.
El programa IMMEX sigue siendo un componente clave del régimen de maquiladoras, permitiendo a las empresas importar bienes de manera temporal sin pagar aranceles o IVA. Existen tres tipos principales de autorizaciones bajo IMMEX:
Autorización industrial: para procesos industriales que impliquen la fabricación o transformación de productos destinados a la exportación.
Autorización de servicios: para servicios asociados con bienes exportados.
Autorización del programa Shelter: aplicable a empresas extranjeras que proporcionan tecnología y materiales, sin operar directamente bajo el programa IMMEX.
Además, las empresas IMMEX pueden obtener una certificación que les permite aplicar un crédito fiscal correspondiente al IVA que de otro modo debería pagarse por los bienes importados temporalmente, lo que reduce el impacto en el flujo de efectivo. Esta certificación puede renovarse por períodos de uno, dos o tres años, siempre y cuando las empresas cumplan con los controles internos de IVA.
Alternativas en modelos operativos.
Dada la incertidumbre actual y los cambios en el cumplimiento de los precios de transferencia, las multinacionales están evaluando alternativas operativas para optimizar sus estructuras bajo el nuevo marco fiscal. Entre las principales alternativas se encuentran:
Fabricante completamente desarrollado: asume todas las funciones empresariales y operativas, así como los riesgos inherentes (por ejemplo, la devaluación de inventario o el riesgo de mercado). Este modelo permite que la empresa se beneficie de los intangibles desarrollados, como marcas comerciales.
Fabricante por contrato: realiza las funciones de manufactura bajo las especificaciones del cliente, pero es compensado mediante un precio fijo por unidad producida o un margen sobre los costos directos de manufactura. Este modelo ofrece más control sobre los costos operativos.
Toll Manufacturer (Maquiladora de Consignación): en este modelo, la empresa no posee los materiales ni los productos, y su remuneración se basa en una fórmula de valor agregado (por ejemplo, una tarifa por servicio). Aunque este modelo reduce los riesgos operativos, también limita el control sobre la operación.
Conclusión.
La eliminación de los APAs y la obligatoriedad del Safe Harbor a partir de la reforma fiscal de 2022 han obligado a las empresas multinacionales a reconsiderar sus estructuras operativas bajo el régimen de maquiladoras en México. Las multinacionales están explorando alternativas, como la reestructuración empresarial y el cambio a modelos de manufactura por contrato o de consignación, con el objetivo de minimizar el impacto fiscal y mejorar la eficiencia operativa. Las evaluaciones comparativas de los diferentes modelos operativos están permitiendo a las empresas identificar la mejor opción para sus operaciones a partir de 2025, tomando en cuenta factores fiscales, aduaneros y operativos.
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